El negocio de la alimentación en los trenes

El día 24 de enero se organizó en Madrid un almuerzo con Miguel Nigorra, director general de CREMONINI, grupo alimentario italiano que factura más de 4.000 millones de euros a nivel mundial. La división de restauración de este conglomerado vende por valor de casi 600 millones de euros.

Con Miguel tuvimos la oportunidad de entender el negocio internacional de la alimentación en ferrocarriles. Cada país tiene una idiosincrasia que lo hace singular. La alimentación -almorzar o picar en trenes- tiene un ratio de conversión o penetración en general muy bajo (el de Turquía es de los más altos del mundo) y el ticket medio es también de importes muy pequeños.

El viajero es todavía muy reticente a consumir (algo parecido ocurre en los aviones con tasas del 10-15% de conversión) y cuando lo hace es en artículos de bajo precio.

Los contratos de servicio son siempre con concurso público y cerrados de presupuesto.